Qué ver y visitar en Cantabria
La verdad es que cuando dicen que Cantabria es infinita, es que tiene rincones preciosos y con una riqueza cultural y gastronómica increíble. Las vacaciones del 2020 las hemos pasado en esta región, así que, voy a proponerte los lugares que hemos visto a lo largo de una semana. ¿Qué ver y visitar en Cantabria?
Esta entrada es general, es decir, no voy a especificar mucho de los sitios, ya que, voy a hacer entradas específicas sobre los lugares que te voy a mostrar a continuación.
Cuando hacemos un viaje largo como este, nos gusta parar en algún sitio que esté como a mitad de camino para conocerlo. Decidimos parar a comer en el nacimiento del Ebro en Fontibre. Esta localidad ya se encuentra en Cantabria.
Tiene dos recorridos, uno adaptado para personas con movilidad reducida y otro más largo que llega también a La Fuentona. Es un paseo corto, fácil y muy bonito. En algunos tramos hay mesas y bancos para hacer picnic. Al lado del aparcamiento se encuentran la oficina de turismo y el Centro de visitantes del río Ebro. Puedes ver el recorrido completo que hicimos pinchando en Wikiloc.
De allí nos fuimos a Saja, que es la localidad en la que estuvimos la semana de vacaciones, exactamente en Casa Sejos.
Y en más de una ocasión tuvimos la visita de alguna que otra lavandera blanca joven o como dicen en algunas zonas de Cantabria, nos vino a ver alguna Cuchi.
Esa misma tarde tras colocar todo lo que llevábamos, dimos nuestro primer paseo hasta el Centro de Visitantes del Parque Natural Saja - Besaya que estaba a dos kilómetros. Como la distancia era corta, decidimos ir andando, como no había camino, tuvimos que ir por la carretera, así que, fuimos en fila de uno y por nuestra izquierda con cuidado. Lo mejor de todo es que pasan pocos vehículos por esa zona. A lo largo del recorrido vimos muchas arañas tigre y babosas.
El Centro de Visitantes cuenta con una exposición sobre la historia de la zona, las tradiciones, los festejos, la arquitectura natural, la flora, la fauna, etc. En los meses de julio y agosto el horario es de 10:00 a 19:00 horas. Está adaptado para personas con movilidad reducida.
Nuestro segundo día por Cantabria se lo dedicamos a Cabezón de la Sal, a Comillas y a la senda de Secuoyas que hay en el Monte Cabezón.
Comienzo diciendo que Cabezón de la Sal es una población con mucho encanto y cuenta con bastante comercio. A Cantabria hemos ido otras tres veces pero es la primera vez que visitábamos esta localidad.
Al lado del Parque Municipal Conde de San Diego se encuentra la Panadería La Gallofa y aunque vendían Palucos de Cabezón, me decanté por el Sobao Pasiego, bueno, por una caja de seis, cada uno medía 8x8 centímetros y 2 de alto. Somos cuatro, así que no nos duraron mucho. Oh my God!
De allí nuestra intención era ir a la Senda de las Secuoyas antes de visitar Comillas, pero como vimos que había mucha gente y los aparcamientos estaban hasta arriba, decidimos ir primero a esta localidad y a la vuelta pasar por el Monte Cabezón. Ya te anticipo que fue una buena elección.
La zona para aparcar en el centro de Comillas es de pago, pero si te alejas un poco, puedes aparcar bien y gratis. Es la tercera vez que visitamos esta localidad, pero he de reconocer que, solo me acordaba de El Capricho de Gaudí y del Palacio de Sobrellano. Aunque nos llovió después de comer y tuvimos que ir a por los chubasqueros, pudimos ver en mayor profundidad Comillas.
Denominado Monumento Natural de las Secuoyas del Monte Cabezón y con más de cinco kilómetros por recorrer, realizamos nuestra ruta por la senda del eucalipto y la senda del castaño para llegar hasta allí. Es una ruta sencilla pero como siempre digo, hay que llevar calzado adecuado, por favor evita tacones, sandalias, plataformas o zapatos, al menos ve con zapatillas de deporte y si utilizas botas de montaña mucho mejor.
Merece la pena adentrarse en estos caminos y si vas con algún bebé siempre puedes optar por la ruta que va al lado de la carretera y que está adaptada tanto para carros de bebé como para personas con movilidad reducida, además es un paseo mucho más corto. Si quieres ver nuestro recorrido pincha en Wikiloc.
El tercer día se lo dedicamos a Santander. Es una ciudad bonita, limpia, muy cuidada y con muchas cuestas (no la recordaba así. De hecho había calles con rampas mecánicas). Para verla bien, debes dedicarle al menos dos días. Teníamos claro que queríamos ir a la Península de la Magdalena, nos encanta este lugar, las vistas desde allí son fantásticas.
Como la previsión de lluvia era a partir de las 15:00 horas, optamos por conocer con nuestros hijos el Museo Marítimo del Cantábrico.
Hay tres aparcamientos gratuitos, uno en la calle Tetuán (estacionamos nuestro coche muy cerca de allí), otro en la playa del Sardinero y el último en la calle Alta.
En nuestro cuarto día visitamos Carmona. Este pueblo tan pintoresco está catalogado como uno de los pueblos más bonitos de España, y la verdad es que es una joya. Da gusto pasear por sus calles y hay algunos vecinos que trabajan la madera y venden utensilios de cocina y otras cosas. Nada más entrar al pueblo se puede aparcar y es mejor dejar el coche por ahí para no estropear ni el empedrado ni el paisaje.
De allí nos encaminamos hacia el mar y visitamos la playa Pedrero, la playa de Amió y la playa de Berellín. Las tres pertenecen al municipio Val de San Vicente. No tienen vigilancia y avisan en los carteles que puede haber oleaje, resacas y corrientes. La de Amió y la de Berellín me gustaron mucho. No había demasiada gente, así que fue un placer pasear por ellas. La temperatura del agua estaba bien y además de gaviotas vimos un cormorán en la playa de Amió.
El quinto día fue bichero, es decir, estuvimos desde las 09:45 a las 19:30 horas en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno. A los cuatro nos encantan los animales y queríamos que nuestros chicos lo vieran. Abren sus puertas a las 9:30 horas y pensamos que lo mejor era madrugar para no tener que esperar mucho en la entrada y nos cundiera el día. Aunque la entrada no es precisamente económica, creo que merece la pena conocerlo. Para ver su web pincha aquí.
El viaje casi llega a su fin y nuestro sexto día lo dedicamos primero a hacer una ruta de senderismo cortita que salía de Barcenillas hasta las Cascadas de Úrsula (Lamiña). Aunque no estaba masificada, sí nos encontramos con distintos grupos de personas. Nosotros aparcamos en el pueblo e hicimos la ruta completa. Es un camino relativamente sencillo casi hasta el final. Para ver la ruta completa pincha en Wikiloc (solo aparece la ida porque se vuelve por el mismo sitio). Al menos hay siete u ocho cascadas. En esta foto hay dos de ellas.
Tras terminar nuestra ruta, nos encaminamos a Ruente, habíamos pasado varios días por allí y nos parecía que merecía una visita, así que, como nos dio la hora de comer, primero fuimos al restaurante La Nogalea y después visitamos el pueblo. El lugar elegido para comer fue todo un acierto, todos los platos estaban riquísimos y los postres increíbles. No nos pudimos resistir y probamos el cocido montañés. Si quieres ver los platos que probamos, pásate por mi perfil de Instagram (@susanacsantana).
Ruente es un pueblo cuidado, con encanto y que tiene un paseo precioso hasta el nacimiento de La Fuentona de Ruente.
No podíamos irnos de Cantabria sin visitar Bárcena Mayor estando tan cerca, así que, aunque lloviznaba, nos adentramos en este pueblo tan peculiar. Es uno de los imprescindibles si vas a Cantabria. Está catalogado como uno de los pueblos más bonitos de España junto a Carmona. Fuera del pueblo hay un aparcamiento grande para dejar tu vehículo y da gusto pasear por las calles de este pueblo. En algunas casas tenían encendidas las chimeneas y el olor que desprenden me encanta. Me recuerda al pueblo de mi padre en invierno.
El día de vuelta a Madrid teníamos pensado parar en Reinosa pero al final disfrutamos de las vistas que hay en el Balcón de la Cardosa y del Puerto de Palombera que está a 1.260 metros. En el puerto me encantó ver a las vacas con sus terneros y a los caballos que pastaban libremente por allí.
Aunque el viaje termina aquí, la verdad es que Cantabria es una región que nos fascina. Volveremos por allí porque nos quedan muchos rincones por recorrer y recordar como Santillana del Mar, Suances, Liencres, Noja, Santoña, Laredo, el Valle del Pas, Potes, Fuente Dé, San Vicente de la Barquera, y un largo etcétera.
En todos los sitios hemos visto que tomaban precaución y medidas adecuadas con motivo de la COVID-19.
Algo que me ha llamado la atención y me ha parecido una gran idea ha sido ver como conectan algunos pueblos a través del carril bici y del carril para peatones, así da gusto. También hay que mencionar que algunas localidades sí están preparadas o tienen espacios destinados a caravanas y furgonetas Camper.
¿Qué se puede comer y beber? Además de lo que ya he nombrado, puedes probar chuletón de Tudanca, diversos pescados, la famosa quesada, quesos, sidra natural, distintos tipos de orujo...
Compramos varios días comida en Valle de Cabuérniga, en el supermercado Coviran que hay allí. Tanto los productos como la atención son buenos.
No puedo terminar esta entrada sin nombrar a una de las figuras más importantes de la zona en la que hemos estado, me refiero a la vaca tudanca. Todo un referente de la Comarca de Saja-Nasa.
Esta entrada es general, es decir, no voy a especificar mucho de los sitios, ya que, voy a hacer entradas específicas sobre los lugares que te voy a mostrar a continuación.
Cuando hacemos un viaje largo como este, nos gusta parar en algún sitio que esté como a mitad de camino para conocerlo. Decidimos parar a comer en el nacimiento del Ebro en Fontibre. Esta localidad ya se encuentra en Cantabria.
Tiene dos recorridos, uno adaptado para personas con movilidad reducida y otro más largo que llega también a La Fuentona. Es un paseo corto, fácil y muy bonito. En algunos tramos hay mesas y bancos para hacer picnic. Al lado del aparcamiento se encuentran la oficina de turismo y el Centro de visitantes del río Ebro. Puedes ver el recorrido completo que hicimos pinchando en Wikiloc.
La Fuentona del nacimiento del Ebro en Fontibre. |
De allí nos fuimos a Saja, que es la localidad en la que estuvimos la semana de vacaciones, exactamente en Casa Sejos.
Vistas de Saja desde la puerta de Casa Sejos. |
Y en más de una ocasión tuvimos la visita de alguna que otra lavandera blanca joven o como dicen en algunas zonas de Cantabria, nos vino a ver alguna Cuchi.
Lavandera blanca o aguzanieves. |
Esa misma tarde tras colocar todo lo que llevábamos, dimos nuestro primer paseo hasta el Centro de Visitantes del Parque Natural Saja - Besaya que estaba a dos kilómetros. Como la distancia era corta, decidimos ir andando, como no había camino, tuvimos que ir por la carretera, así que, fuimos en fila de uno y por nuestra izquierda con cuidado. Lo mejor de todo es que pasan pocos vehículos por esa zona. A lo largo del recorrido vimos muchas arañas tigre y babosas.
Araña tigre |
Nuestro segundo día por Cantabria se lo dedicamos a Cabezón de la Sal, a Comillas y a la senda de Secuoyas que hay en el Monte Cabezón.
Comienzo diciendo que Cabezón de la Sal es una población con mucho encanto y cuenta con bastante comercio. A Cantabria hemos ido otras tres veces pero es la primera vez que visitábamos esta localidad.
Ayuntamiento de Cabezón de la Sal |
Al lado del Parque Municipal Conde de San Diego se encuentra la Panadería La Gallofa y aunque vendían Palucos de Cabezón, me decanté por el Sobao Pasiego, bueno, por una caja de seis, cada uno medía 8x8 centímetros y 2 de alto. Somos cuatro, así que no nos duraron mucho. Oh my God!
De allí nuestra intención era ir a la Senda de las Secuoyas antes de visitar Comillas, pero como vimos que había mucha gente y los aparcamientos estaban hasta arriba, decidimos ir primero a esta localidad y a la vuelta pasar por el Monte Cabezón. Ya te anticipo que fue una buena elección.
La zona para aparcar en el centro de Comillas es de pago, pero si te alejas un poco, puedes aparcar bien y gratis. Es la tercera vez que visitamos esta localidad, pero he de reconocer que, solo me acordaba de El Capricho de Gaudí y del Palacio de Sobrellano. Aunque nos llovió después de comer y tuvimos que ir a por los chubasqueros, pudimos ver en mayor profundidad Comillas.
Palacio de Sobrellano |
Denominado Monumento Natural de las Secuoyas del Monte Cabezón y con más de cinco kilómetros por recorrer, realizamos nuestra ruta por la senda del eucalipto y la senda del castaño para llegar hasta allí. Es una ruta sencilla pero como siempre digo, hay que llevar calzado adecuado, por favor evita tacones, sandalias, plataformas o zapatos, al menos ve con zapatillas de deporte y si utilizas botas de montaña mucho mejor.
Secuoyas |
Merece la pena adentrarse en estos caminos y si vas con algún bebé siempre puedes optar por la ruta que va al lado de la carretera y que está adaptada tanto para carros de bebé como para personas con movilidad reducida, además es un paseo mucho más corto. Si quieres ver nuestro recorrido pincha en Wikiloc.
El tercer día se lo dedicamos a Santander. Es una ciudad bonita, limpia, muy cuidada y con muchas cuestas (no la recordaba así. De hecho había calles con rampas mecánicas). Para verla bien, debes dedicarle al menos dos días. Teníamos claro que queríamos ir a la Península de la Magdalena, nos encanta este lugar, las vistas desde allí son fantásticas.
Palacio de la Magdalena |
Como la previsión de lluvia era a partir de las 15:00 horas, optamos por conocer con nuestros hijos el Museo Marítimo del Cantábrico.
Acuario del Museo Marítimo del Cantábrico |
Hay tres aparcamientos gratuitos, uno en la calle Tetuán (estacionamos nuestro coche muy cerca de allí), otro en la playa del Sardinero y el último en la calle Alta.
En nuestro cuarto día visitamos Carmona. Este pueblo tan pintoresco está catalogado como uno de los pueblos más bonitos de España, y la verdad es que es una joya. Da gusto pasear por sus calles y hay algunos vecinos que trabajan la madera y venden utensilios de cocina y otras cosas. Nada más entrar al pueblo se puede aparcar y es mejor dejar el coche por ahí para no estropear ni el empedrado ni el paisaje.
De allí nos encaminamos hacia el mar y visitamos la playa Pedrero, la playa de Amió y la playa de Berellín. Las tres pertenecen al municipio Val de San Vicente. No tienen vigilancia y avisan en los carteles que puede haber oleaje, resacas y corrientes. La de Amió y la de Berellín me gustaron mucho. No había demasiada gente, así que fue un placer pasear por ellas. La temperatura del agua estaba bien y además de gaviotas vimos un cormorán en la playa de Amió.
Playa de Amió |
El quinto día fue bichero, es decir, estuvimos desde las 09:45 a las 19:30 horas en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno. A los cuatro nos encantan los animales y queríamos que nuestros chicos lo vieran. Abren sus puertas a las 9:30 horas y pensamos que lo mejor era madrugar para no tener que esperar mucho en la entrada y nos cundiera el día. Aunque la entrada no es precisamente económica, creo que merece la pena conocerlo. Para ver su web pincha aquí.
Osos pardo jugando. |
El viaje casi llega a su fin y nuestro sexto día lo dedicamos primero a hacer una ruta de senderismo cortita que salía de Barcenillas hasta las Cascadas de Úrsula (Lamiña). Aunque no estaba masificada, sí nos encontramos con distintos grupos de personas. Nosotros aparcamos en el pueblo e hicimos la ruta completa. Es un camino relativamente sencillo casi hasta el final. Para ver la ruta completa pincha en Wikiloc (solo aparece la ida porque se vuelve por el mismo sitio). Al menos hay siete u ocho cascadas. En esta foto hay dos de ellas.
Tras terminar nuestra ruta, nos encaminamos a Ruente, habíamos pasado varios días por allí y nos parecía que merecía una visita, así que, como nos dio la hora de comer, primero fuimos al restaurante La Nogalea y después visitamos el pueblo. El lugar elegido para comer fue todo un acierto, todos los platos estaban riquísimos y los postres increíbles. No nos pudimos resistir y probamos el cocido montañés. Si quieres ver los platos que probamos, pásate por mi perfil de Instagram (@susanacsantana).
Ruente es un pueblo cuidado, con encanto y que tiene un paseo precioso hasta el nacimiento de La Fuentona de Ruente.
No podíamos irnos de Cantabria sin visitar Bárcena Mayor estando tan cerca, así que, aunque lloviznaba, nos adentramos en este pueblo tan peculiar. Es uno de los imprescindibles si vas a Cantabria. Está catalogado como uno de los pueblos más bonitos de España junto a Carmona. Fuera del pueblo hay un aparcamiento grande para dejar tu vehículo y da gusto pasear por las calles de este pueblo. En algunas casas tenían encendidas las chimeneas y el olor que desprenden me encanta. Me recuerda al pueblo de mi padre en invierno.
El día de vuelta a Madrid teníamos pensado parar en Reinosa pero al final disfrutamos de las vistas que hay en el Balcón de la Cardosa y del Puerto de Palombera que está a 1.260 metros. En el puerto me encantó ver a las vacas con sus terneros y a los caballos que pastaban libremente por allí.
Vistas del Balcón de la Cardosa. |
Vacas pastando en el Puerto de Palombera. |
En todos los sitios hemos visto que tomaban precaución y medidas adecuadas con motivo de la COVID-19.
Algo que me ha llamado la atención y me ha parecido una gran idea ha sido ver como conectan algunos pueblos a través del carril bici y del carril para peatones, así da gusto. También hay que mencionar que algunas localidades sí están preparadas o tienen espacios destinados a caravanas y furgonetas Camper.
¿Qué se puede comer y beber? Además de lo que ya he nombrado, puedes probar chuletón de Tudanca, diversos pescados, la famosa quesada, quesos, sidra natural, distintos tipos de orujo...
Compramos varios días comida en Valle de Cabuérniga, en el supermercado Coviran que hay allí. Tanto los productos como la atención son buenos.
No puedo terminar esta entrada sin nombrar a una de las figuras más importantes de la zona en la que hemos estado, me refiero a la vaca tudanca. Todo un referente de la Comarca de Saja-Nasa.
¿Te llama la atención Cantabria? ¿Conocías estos lugares?
Nota: Si pinchas en las palabras subrayadas podrás acceder a otras páginas que contienen más información sobre los lugares.
Que de sitios preciosos, he estado en algunos y son una maravilla, me encantan las fotos y descripciones de los lugares, muy recomendable leer este artículo y tomarlos como referencia para visitarlos.
ResponderEliminarMar, muchas gracias por comentar y aportar tu visión de Cantabria. Me alegra saber que te ha gustado el post.
EliminarBesos.