Benavente (Zamora)

   ¿Cuántas veces habré pasado por Benavente? Ya te digo que muchas, sin embargo nunca había visitado esta ciudad. Es una población que invita a posibles reuniones, en especial cuando quieres buscar un punto intermedio entre A Coruña, Cáceres y Madrid, por poner un ejemplo.

   Es fácil llegar hasta allí, es una ciudad tranquila, cuidada, limpia y que tiene su encanto. Da gusto pasear por sus calles. He pasado unas horas en Benavente y aunque no pude ver todos sus monumentos, en esta entrada te voy a hablar de alguno de ellos y de su historia.

   Benavente cuenta con una posición estratégica que atrajo a diferentes pueblos que se asentaron en la zona. Antes del inicio de nuestra Era la comarca estuvo habitada por la tribu astur de los brigecienses, cuyo centro Brigecio aparece citado  en el itinerario romano de Antonino. Unía la vía romana entre Mérida y Astorga. Posteriormente la Villa en el siglo XII fue denominada Malgrat para terminar siendo Benavente en el reinado de Fernando II.

   En 1230 Benavente fue escenario de la unión definitiva de los reinos de León y Castilla a través del monarca Fernando III.

   Posteriormente, durante el reinado de Enrique III, Benavente se entrego a título de condado en 1398 al caballero portugués Juan Alfonso Pimentel, su dinastía nobiliaria se mantendría hasta finales del siglo XIX.

   Durante la Guerra de la Independencia el propio Napoleón se instaló en Benavente, siendo incendiados y saqueados un gran números de edificios, entre ellos su castillo. En la actualidad y desde hace varias décadas ha venido experimentando esta población una gran transformación.

   Tras hablar de manera resumida de su historia, comienzo el itinerario desde la Plaza Mayor dónde vas a encontrar el ayuntamiento y la oficina de turismo. Este edificio es de 1845 (siglo XIX) de estilo neoclásico tardío.

   En las calles aledañas a la Plaza Mayor nos encontramos en la Plazuela de San Juan con la Iglesia de San Juan del Mercado. Se comenzó a construir en piedra de sillería en el año 1182, para ser terminada mucho después con ladrillo, es de estilo románico. También se pueden ver por esta zona la Casa del Cervato, la Casa Donci, el Palacio de los Condes de Patilla y la casa Barrios.

Iglesia de San Juan del Mercado

   Desde allí por la calle de los Herreros o por La Rúa vas a llegar a la plaza de Santa María donde me sorprendió el que es el monumento artístico principal de Benavente, la iglesia de Santa María del Azogue. Al rodearla vas a ver a simple vista que a lo largo de los siglos ha sido remodelada. Su construcción se llevó a cabo en cuatro fases, su inicio es románico y data de 1180. La fachada oeste es más moderna con influencia clasicista y si algo destaca es su torre que me encanta.

Torre de Santa María del Azogue

Fachada oeste de Santa María del Azogue

   Para llegar al castillo de la Mota (Torre del Caracol) hay que pasar por los jardines de la Mota. Desde allí se tienen unas vistas inmejorables de las vegas benaventanas de los ríos Órbigo y Esla. Estoy segura que en primavera las vistas son magníficas, en las fechas en la que yo he ido toda esta zona ya estaba más tristona sin hojas. Hay baños públicos en el paseo, así como un parque para niños y bancos.

Vistas de la Torre del Caracol desde el mirador de la Mota

   El castillo se supone que se construyó en el siglo XII, acogió el acontecimiento histórico de la Concordia de Benavente, posteriormente fue la residencia de los condes Pimentel hasta que en el siglo XIX las tropas francesas lo destruyeron e incendiaron. Lo único que quedó fue la Torre del Caracol que fue construida en 1504 por orden del V Conde de Benavente, don Alfonso Pimentel. Es de estilo gótico y renacentista. Desde 1972 es el Parador Nacional de Turismo de Benavente.

Interior de la Torre del Caracol

   Se puede visitar de manera gratuita la sala donde se encuentra el artesonado mudéjar que procede del que fuera Convento de San Román del Valle. Sinceramente, es impresionante.

   También cuentan con dos grandes lienzos contemporáneos que a simple vista semejan tapices. Recrean escenas cortesanas de la época de Fernando II, fueron realizadas por el artista benaventano José Carlos Guerra, a comienzos de los 70.

   Hay mucho más que ver en Benavente sin lugar a dudas, sin embargo tendrá que ser en otra escapada. Tienen una gran variedad de tiendas de todo tipo, así como bares y posibles reclamos para entrar, como es el caso del siguiente bar.

   Cerca del centro se encuentra el Hostal La Trucha en la calle La Viña nº5, tiene menú del día por 10 euros. En cuestión de calidad precio está bien. Es una zona en la que se puede aparcar sin problema y en 5 minutos llegas a las calles principales que te llevan al centro.

   Benavente es una de las poblaciones por la que transcurren los caminos jacobeos: Vía de la Plata, Camino de Oriente (Alicante y Madrid), Camino de Valladolid, la Ruta por el Valle del Tera y el Camino de Asturias.

   Hay mercado los jueves y algunas de sus ferias más importantes son:

• Feria del pimiento: Se celebra el último fin de semana de septiembre.
• Feria del libro: Tiene lugar el primer fin de semana de agosto.
• Feria de la tapa: Se desarrolla durante el mes de octubre con una duración de 10 días.

   Para llegar hasta allí, lo más fácil es por carretera:

• A-6 o Autovía del Noroeste.
• A-52 o Autovía de las Rías Bajas.
• A-66 o Autovía Ruta de la Plata.

   Por avión el aeropuerto más cercanos es el de León a 73 km y si vas en tren la parada más cercana es la de Zamora a 66 km.

¿Qué te gusta más de Benavente?

Nota: Parte de la información se ha obtenido del folleto explicativo que me entregaron en la Oficina de Turismo y de los carteles que están junto a los monumentos.